jueves, 4 de agosto de 2011

Viver sempre também cansa!


Asomó la cabeza y dijo:

Doce días en Robledillo con infancia sin cobertura; lo mejor, los ratitos, su ilusión. Luego diez de después, Chiclana, los deberes. Ahora Lisboa con contratiempo, y otra vez la vigencia otra vez en la Gulbenkian de los versos de Gomes Ferreira

Viver sempre também cansa!

O sol é sempre o mesmo e o céu azul
ora é azul, nitidamente azul,
ora é cinzento, negro, quase verde…
Mas nunca tem a cor inesperada.

O mundo não se modifica.
As árvores dão flores,
folhas, frutos e pássaros
como máquinas verdes.

As paisagens não se transformam
Não cai neve vermelha
não há flores que voem,
a lua não tem olhos
e niguém vai pintar olhos à lua

Tudo é igual, mecanico e exacto

Ainda por cima os homens são os homens
Soluçam, bebem riem e digerem
sem imaginação.

E há bairros miseráveis sempre os mesmos
discursos de Mussolini,
guerras, orgulhos em transe
automóveis de corrida…

E obrigam-me a viver até à morte!

Pois não era mais humano
morrer por um bocadinho
de vez em quando
e recomeçar depois
achando tudo mais novo?

Ah! Se eu podesse suicidar-me por seis meses
morrer em cima dum divã
com a cabeça sobre uma almofada
confiante e sereno por saber
que tu velavas, meu amor do norte.

Quando viessem perguntar por mim
havias de dizer com teu sorriso
onde arde um coração em melodia
"Matou-se esta manha.
Agora não o vou ressuscitar
por uma bagatela

E virias depois, suavemente,
velar por mim, subtil e cuidadosa,
pé ante pé, não fosses acordar
a Morte ainda menina no meu colo…

(¡Estar viviendo siempre también cansa!

El sol es siempre el mismo, y el cielo azul
ora es azul, nítidamente azul,
ora es ceniciento, negro, casi verde…
Pero nunca tiene el color inesperado.

El mundo no se modifica.
Los árboles dan flores,
hojas, frutos y pájaros,
como máquinas verdes.

Los paisajes tampoco se transforman.
No cae nieve roja,
No hay flores voladoras,
la luna no tiene ojos
y nadie le pinta ojos a la luna.

Todo es igual, mecánico, exacto.

Los hombres todavía son los hombres.
Sollozan, beben, ríen y digieren
sin imaginación.

Y hay barrios miserables que siempre iguales,
discursos de Mussolini,
guerras, grandes orgullos,
automóviles de carreras…

¡Y me hacen que viva hasta la muerte!

Pues ¿no era más humano
morir un poco tiempo,
de vez en cuando
y empezar otra vez
encontrándolo todo más nuevo?

¡Ah, si yo pudiese suicidarme por seis meses,
morir sobre un diván
con la cabeza en una almohada,
confiado y sereno por saber
que tú velabas, amor mío del Norte!

Cuando preguntasen por mí,
Dirías, con tu sonrisa
En la que arde un corazón de música:
“Se mató esta mañana.
No voy a resucitarlo ahora
por una bagatela.”

Y vendrías después, suavemente,
a velarme, sutil y cuidadosa,
de puntillas, no sea que despertases
a la Muerte, aún tan niña, en mi regazo… )

(Traducción de Ángel Crespo)

Luego,

- ¿Otro mes (y sin la voz mañanera de AV)?)
- En verano, ten cuidado con las aguadillas

Pero no sé si lo oyó.

2 comentarios:

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Un autor que merecería más memoria. Magnífico su poema dedicado a la muerte de Manuela Porto y que empieza: "Se debía uno morir de otra manera..." Un saludo.

Álvaro Valverde dijo...

La voz mañanera (o vespertina( ha vuelto, amigo. Hemos estado cerca. Tú en Chiclana, yo en Conil. Seguimos. Un abrazo, Á.